¿Por qué votar por el PRI? (Es duda y es en serio)

Desde las elecciones de hace tres años, en donde el PRI recuperó varios estados, y desde entonces yo me vengo preguntando ¿Por qué alguien votaría por el PRI? Y ahora, con la victoria de Peña Nieto a la presidencia del país, y con el PRI ganando gobernaturas, me vuelvo a hacer la misma pregunta, ahora con mayor énfasis.

Me queda claro que en estas elecciones, muchos de los votos a favor del PRI, son fruto de la desinformación, en otros casos, de la pobreza aprovechada por el partido para la compra (masiva y descarada) de votos. PERO, muchos otros no. He leído muchas opiniones de gente, que yo considero inteligente e informada, que defienden al PRI a capa y espada.

Hablamos de un partido que navega con la bandera de la corrupción, un partido históricamente opresor (hablando de opresión física, periodística, de ideologías...), que se maneja en todos sus niveles gracias al tráfico de influencias y que está muy lejos de trabajar por los intereses y el bien de la población, pues siempre serán antes los intereses particulares del partido. Además, todas estas no son cosas del pasado antiguo, sino que siguen sucediendo. Y todo lo anterior, no es secreto para nadie.

 Mi duda (porque es duda. De verdad no me lo explico) es: ¿Quién, con la suficiente información y criterio, podría creer en el PRI como una opción real para llevar a México a ser un mejor país; más justo, más estable, más equitativo?

Me gustaría que priístas de hueso colorado me ayuden a despejar mi duda. Obviamente, no me gustaría leer cosas como "roban pero dejan robar" o por el estilo. Tampoco me gustaría ver en los comentarios tintes de beneficio personal tras la victoria priísta. Quiero leer argumentos reales.

Para finalizar, y ya dejar que me respondan (por favor háganlo), quiero aclarar que no creo que todo militante priísta es corrupto o malintencionado, pero lo que sí creo es que el PRI es una maquinaria enorme diseñada para dejar de lado a la persona e imponer sus modos. Una relación como la de Quadri con Elba Esther, pero en superlativo. Ahora sí que en muchas ocasiones, no es el candidato sea malo, lo malo es que es del PRI.

Otro inicio de semana

Si el lunes fuera una persona, ya lo hubiera asesinado. Me cae gordo. Comenzó siendo igual de nefasto que todos: clase a las 7:00 am, con la no muy alentadora promesa de un día muy largo. Aún así, este lunes tuvo algo de diferente. No había un gramo de motivación en mi. Poca motivación hubo para despertarme, nula motivación en clase de Contabilidad, y en las demás, nula también. 

Comenzó siendo de esos días donde te preguntas ¿por qué carajos salí de mi cama? La respuesta es para entristecer a cualquiera: porque TENÍA que. Si hay algo que me desagrada es tener que hacer las cosas a huevo y no porque las quiero hacer. Y hoy, (casi) todo se sintió forzado; obligado. Por lo menos hasta la hora de la comida. 

Comí a las carreras porque ya iba a tarde. ¿A dónde? A lo que sería mi terapia de hoy. Hoy no hubo ensayo de teatro; hoy fuimos a trabajar en los títeres de la obra. Fue maravilloso. Llegué al taller, dejé mis cosas y me desconecté del mundo. Molí barro durante dos horas en un metate, para después cribarlo y ponerlo en una bolsa. Dos horas. Para cuando salí, era otro. No estaba estresado ni preocupado ni desanimado. 

Ahora atribuyo en repentino cambio de todo al Taller Vertical de la semana pasada. Rompió con el casi inexistente ritmo de mi vida, lo cambió y lo estoy recuperando. Poquito a poco, paso a pasito. 

Ahora todo se ve mejor. La semana se empieza a componer (ya es martes). Ahora sólo queda a ayudarla a que se componga y sea una GRAN semana. Que sea igual de buena (o mejor) para ustedes. Sonrían.